¿Ya sabes qué carreras harás el año que viene?

La importancia de escoger las zanahorias y el lugar donde situarlas

26 de noviembre de 2018

Elegir objetivos deportivos

Como es bien sabido, la resistencia es una cualidad física que requiere tiempo para su desarrollo. Esto obliga a elegir objetivos deportivos a medio y largo plazo y ya no tanto por una cuestión puramente técnica, sino por algo mucho más pragmático, no quedarte sin plazas disponibles.

El presente artículo está enfocado principalmente a aquellos deportistas que basan su temporada en un gran objetivo. Estaríamos hablando de una ultra trail, un Ironman o una carrera por etapas de larga duración, para las cuales debes dedicar un gran esfuerzo y recursos para alcanzar tu punto óptimo de preparación. Pero claro… si pones todos los huevos en el mismo cesto… merece la pena que escojas bien, de lo contrario ni te motivará entrenar y perderás toda la temporada en algo que dejarás a medias.

Actualmente hay una gran cantidad de carreras a escoger. Uno puede verse abrumado por tal disparidad de posibilidades con lo que elegir objetivos deportivos no es nada sencillo. A continuación te ofrezco una serie de criterios a tener en cuenta antes de introducir los números de tu tarjeta de crédito y darle al botón de «inscripción».

Criterio inicial: la esfera individual

Antes de escoger la competición e incluso la disciplina, debes realizar un trabajo de reflexión y análisis acerca de tus posibilidades de entrenamiento, condiciones físicas y experiencia. Debes ser honrado contigo mismo y desestimar el «ruido» del entorno en forma de likes, palmaditas, retos lanzados al aire y miradas de potencial admiración. Cuando uno está corriendo verdaderamente en la competición no sirve de nada todo esto e incluso puede llegar a ser peligroso.

Por tanto, valora bien tus condiciones genéticas, tu nivel actual, tus posibilidades de entrenamiento y compártelo con tus familiares cercanos puesto que ellos deberán hacerse cargo de las cuestiones familiares a las que tu no llegues. Compártelo y debátelo. No estás sólo y necesitarás su apoyo. Nadar contracorriente no suele acabar bien para nadie.

A menudo tengo que hacer reflexionar al respecto de esto, convenciendo a mucha gente que plantearse una ultra o un ironman el primer año de entrenamiento no es buena idea. O bien que teniendo sólo 5 horas por semana de tiempo disponible para correr tampoco posibilita para correr una maratón.

La disciplina

¿Triatlón, trail, esquí de fondo, carreras por asfalto,…? ¿Qué te gusta? ¿Qué puedes hacer para optimizar tu tiempo de entrenamiento? Sé nuevamente honesto y práctico. Por mucho que te guste competir en esquí de travesía o esquí de fondo, si vives a 200 km de la nieve, ¿quieres decir que es buena idea escoger estas disciplinas deportivas?

Lo mejor en estos casos es analizar el entorno que te rodea y las posibilidades que tienes de entrenamiento. En tu alrededor seguro que organizan carreras que se adaptan 100% a tu entorno puesto que por ello se realizan donde vives. También puedes buscar entornos parecidos pero en otros países. Seguro que también podrás entrenar de forma parecida y por tanto, atendiendo al principio del entrenamiento de la especificidad.

Otra cosa sería mudarte al lugar donde la actividad que escojas sea la óptima pero esto está sólo al alcance de unos pocos privilegiados.

La modalidad

Una vez escogida la disciplina llega el momento de decidir qué modalidad hacer. Si te has decantado por los triatlones, ¿qué distancia? Si lo has hecho por la carrera, ¿qué tipo, trail o montaña, corto o largo,…?

La modalidad dependerá de la disponibilidad de tiempo que tengas. Para entrenar un Ironman deberías poder dedicar como mínimo unas 12-14 horas semanales. Para una ultra trail alrededor de 10 serían suficientes. Conviene aclarar que esto sería simplemente para acabar con dignidad y sin riesgo de lesiones y no para realizar un gran papel.

La dificultad de la carrera

Aun y escoger cierta actividad deportiva y una modalidad concreta, puede ser que te encuentres con competiciones más difíciles que otras ya sea por razones técnicas, meteorológicas u otras. Dependiendo de tus capacidades y experiencia escoge la que te sientas más cómodo. ¡Recuerda que se trata de pasarlo bien y estar motivado para entrenar!

La fecha de la carrera

Todo el mundo tiene momentos del año que por razones laborales o familiares conllevan mayor estrés, menor tiempo disponible y peor calidad de los entrenamientos. Sabiendo esto escoge la carrera en el momento oportuno del año sabiendo que debes estar más o menos tranquilo durante como mínimo los dos meses previos al gran reto. De lo contrario puede ser que compaginarlo todo te venza y tristemente te obligue a echar mano del seguro de cancelación.

Logística

Estar en la línea de salida de una competición esconde muchas horas de entrenamiento y también de preparación de un viaje. Esto no sólo complica las cosas sino que encarece el precio final a pagar por el día de fiesta que te has montado. Quizás ir a correr un Ironman en Sudáfrica no es una buena idea si tienes en Europa algunos con la misma calidad organizativa y sin tantos líos logísticos. Piensa además que el viaje puede ser una buena recompensa para tus seres queridos que han estado sufriendo los meses previos de entrenamientos con lo que ir sólo puede tomarse como una traición.

Así ten en cuenta la proximidad espacial al evento, si puedes ir en coche o tienes que tomar el avión, si necesitas empaquetar la bicicleta en alguna caja especial, si necesitarás chequear la mecánica una vez montada de nuevo la bicicleta,…

Compañeros de competición

Ir con más gente próxima a ti y si puede ser con más experiencia es una buena idea. Con ello reducirás gastos y restarás ansiedad a tu viaje. El hecho además de compartir competición te obligará aún más a comprometerte con tu plan de entrenamiento puesto que una vez en el lugar de la competición querrás estar al nivel habitual respecto tus compañeros.

¿Lo tienes más claro ahora?