La motivación deportiva

¿Realmente te gusta lo que haces?

12 de agosto de 2019

Hace poco, estando de espectador en una carrera realmente extrema como es la EUFÒRIA de la Andorra Ultra Trail donde los participantes realizan una salvajada de más de 200 km con una burrada de desnivel me vino a la cabeza cual podría ser la motivación deportiva que puede mover a cada persona a enfrentarse a semejante reto. Y es que personalmente he participado en competiciones de este tipo que se acaban convirtiendo en carreras de zombies y tengo muy claras cuáles eran MIS motivaciones pero estoy seguro que hay tantas como personas. De aquí la reflexión y el artículo breve al respecto. Ser conscientes nos puede ayudar a reformular nuestros votos motivacionales y orientar mejor nuestra práctica deportiva.

La motivación es la razón y la fuerza que nos empuja a realizar una acción. También podría definirse como la dirección y la intensidad de un esfuerzo. Gestionar correctamente los niveles de motivación es por tanto clave para el éxito deportivo. Dependiendo del compromiso, la constancia y la intensidad del entrenamiento rendiremos después en competición. E igualmente, en función del nivel de motivación en la propia competición seremos capaces de dar más de nosotros mismos.

La motivación deportiva proviene de dos fuentes: una externa y otra interna. La externa viene en forma de reconocimiento social, recompensas económicas, koms o qoms en el STRAVA, likes en el instagram y en el facebook,… La interna proviene del propio deportista en forma de amor por el deporte, gusto por aprender habilidades nuevas, ganas de mejorar la propia competencia y eficiencia deportiva,…
Nadie tiene una motivación puramente externa ni interna sino que cada persona la alimenta con una combinación de razones internas y externas que tienen un carácter dinámico atendiendo a las circunstancias personales del momento.

Ni que decir tiene que los deportistas que dependen de las motivaciones externas tienen un fundamento menos sólido que los deportistas intrínsecamente motivados y ello repercute en gran medida en la forma de afrontar las dificultades y los retos. Una persona intrínsecamente motivada será más independiente y afrontará todos y cada uno de los entrenamientos así como las competiciones desde un marco mental más sólido y firme, y por tanto, con una mayor probabilidad de éxito. Sabe que lo que está haciendo tiene un sentido personal y por tanto, se esfuerza para conseguirlo puesto que el premio es el que él mismo se ha dado.

Conviene por tanto reflexionar sobre las motivaciones para entrenar, seguir un plan de entrenamiento, apuntarse a una competición, hacerse socio de un club o cualquiera de las cosas que hagamos relacionadas con el deporte. Si lo haces te aseguro que te conocerás más, serás más feliz y podrás decidir mejor lo que quieres hacer y lo que no.